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Casa Ugalde Análisis nº2

Quién es Coderch, curiosidades

 

 

José Antonio Coderch nació en Barcelona en 1913.

Fue un arquitecto español durante el periodo de posguerra, donde despuntó como el ‘arquitecto de la modernidad’.​

Coderch tenía una personalidad compleja.

Vivía la arquitectura a modo de sufrimiento, ya que era muy perfeccionista. Él modificaba y perfeccionaba sus proyectos aún estando ya construidos.

Él pensaba que, para hacer arquitectura, había que aprender a borrar: Siempre en un proyecto se dibujan y se piensan cosas que luego no sirven para nada. Hay que aprender a borrarlas para deshacerse de ellas.

Era una persona muy ambiciosa, perfeccionista, maniática, y a veces contradictoria.

En cuanto a su arquitectura, Coderch resolvía sus proyectos siempre en planta, nunca con volumetrías ni alzados ya que pensaba que el exterior era consecuencia del interior, y esto lo veremos muy reflejado en la casa Ugalde.

 

 

 

 

 

Contexto histórico arquitectónico 

  

    - Posguerra

    - Miseria cultural

    - Intento de copiar arquitectura moderna

​

 

En el campo de la arquitectura en este momento, se está produciendo

un proceso complejo. Los principios y las formas de la arquitectura

racionalista, generalista e internacional, al mismo tiempo que se

extienden en muchos puntos del planeta, estos principios se van transformando radicalmente de acuerdo con las influencias de cada lugar y cultura.

En el caso concreto de España y Cataluña, la arquitectura vive una época de extrema miseria cultural y crítica, en una situación de aislamiento internacional, un punto cero en el que hay que empezar de nuevo y comenzar a tratar con las tradiciones artísticas y arquitectónicas más avanzadas.

 

A finales de los años cuarenta y principio de los cincuenta, es cuando comienza a aparecer tímidamente la nueva arquitectura de los miembros del Grupo R, del que formaba parte Coderch, y la de los arquitectos racionalistas y "miesianos" que iban por libre. Pero en el panorama de la arquitectura catalana  (y más en el de la arquitectura española) predomina un contexto de obras academicistas y populistas, que se ha convertido básicamente en un movimiento conservador.

Es en este contexto en el que aparecen grupos y publicaciones artísticas que intentan aglutinar a jóvenes artistas insatisfechos en un tiempo de oscuridad, que intentan hacer un arte renovador relacionado con el panorama internacional.

 

A los arquitectos les correspondió la misión de recuperar, y al mismo tiempo superar, la arquitectura moderna.

La obra de Coderch surgió en un contexto decadente y, a la vez, investigador de nuevas formas.

Sus primeros proyectos, incluso los realizó de manera convencional. Pero como veremos más adelante, la casa Ugalde va evolucionando desde unas ideas iniciales más convencionales, incluso vernáculas y académicas, hacia formas y composiciones más renovadoras, abstractas, experimentales y sin decoración. Se produce, por tanto, un proceso de depuración de las formas arquitectónicas, y que en esta época se convierte en un proceso paradigmático.

 

Y éste es el caso de Coderch: partiendo de la arquitectura vernácula y de los criterios compositivos académicos, Coderch fue recorriendo todo el camino de la arquitectura moderna hasta llegar a la abstracción, la depuración, el moldeado del vacío del espacio moderno y la continua experimentación formal.

 

 

 

 


Emplazamiento

 

 

 

- Por qué se elige ese lugar?

 

 

La casa Ugalde no se puede explicar si no es en relación con el cliente,

el ingeniero industrial Eustaquio Ugalde Urosa. Ugalde, que era amigo de Coderch, fue quien le encargó el diseño y construcción de una vivienda en la costa catalana. El señor Ugalde solía pasear por la zona y siempre acababa sus paseos en este terreno donde, posteriormente, se construyó la casa ya que admiraba las vistas que tenía aquel lugar. De hecho, siempre se sentaba debajo de un algarrobo que todavía existe, a contemplarlas.

 

Coderch, al percibir la admiración que despertaba aquel lugar en su cliente, decidió ir en persona al terreno para así intentar comprenderlo. De hecho, estudió detalladamente el terreno (orientaciones, vistas, árboles, distancias...). Tenía claro que debía respetar la naturaleza en su totalidad ya que lo que pretendía era procurarle a su cliente las mismas sensaciones o impresiones que percibía en el terreno natural.

Se trataba de proyectar una casa que respetara unas vistas privilegiadas sobre el mar y que se ajustara a un programa sencillo que venía determinado claramente por la forma de vida y por las costumbres del cliente. Salvar las vistas para poder disfrutarlas.

 

La atención que Coderch otorga a todos los elementos del lugar es máxima, incluso se podría decir que la forma tan irregular y fragmentada es exagerada. Coderch, siempre insatisfecho y autocrítico, había reconocido que tenía que haber trabajado más para evitar algunos desórdenes gratuitos. Un poco más de orden y seriedad" Pero posiblemente en esta generosidad de las formas radica una de las cualidades de la obra.

        

 

 

 

 

 - Primeras aproximaciones al lugar (boceto árboles) 

 

En el inicio del proyecto no existía el papel en blanco, sino la realidad de las curvas de nivel.

En una conversación con Enric Sòria, Coderch le manifestó: "Yo nunca voy al terreno en el que

tengo que hacer algo. Después sí. Pero primero hago el plano topográfico. Como decía un

viejo topógrafo que murió, amigo mío de toda la vida: "No hace falta que me diga nada; ya sé

lo que usted quiere: que le traiga el terreno a casa’’. Y me lo traía. Me hacen unos planos

topográficos impresionantes".

El caso de la casa Ugalde es la excepción que confirma la regla: Coderch fue a tomar notas

del lugar incluso antes de disponer del plano topográfico.

 

El primer dibujo que se conserva del inicio del proyecto, contiene tan sólo algunas indicaciones

que exploran el lugar, sin dar información de la topografía.

La línea superior discontinua corresponde al límite de la propiedad y junto a ella se marcan los

tres pinos que siempre presidirán el conjunto. En el centro, donde se encuentran dos flechas,

se señala un "punto alto", que podríamos identificar como ese lugar donde el señor Ugalde se

sentaba para observar las vistas.

Desde ese punto se tiene una vista estupenda del mar, vistas marcadas con un alfa y una beta,

representadas por una flecha horizontal a trazos, y otra vista en sentido contrario, ligeramente

inclinada.

Es interesante darse cuenta de que, a pesar de consignarse todos los árboles, éstos son datos

mudos, y lo que se destaca es el componente geométrico del lugar que se resume en un punto

y la cruz que dibujan la orientación solar y las vistas, un punto privilegiado al que cada una de

las cuatro orientaciones ofrece una singularidad que disfrutar.

Como veremos, éstas son las trazas básicas sobre las que se estructurará la casa.

 

 

 

 

Evolución del proyecto

​

       

La distribución ya es prácticamente la definitiva y se estudian las relaciones

que se establecen entre la entrada y la estancia, y de ésta con el jardín y las vistas: Los servicios, al fondo y confundidos con la montaña, y los dormitorios, en la planta alta, no intervienen en lo que es el tema central.

Se parte de una retícula de módulos aproximadamente cuadrados que reconstruyen un esquema distributivo parecido al de la casa Ferrer Vidal, y por tanto, independiente respecto del lugar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

También, Coderch pensó en hacer el acceso a la vivienda subiendo por el

camino que se aproxima desde el sur. La diferencia es que aquí, ese acceso

no sería un elemento cedido a la calle, sino que ya actuaría de vestíbulo

porque daría acceso al hall. Esta diferencia, se debe a la dificultad para

extenderse a lo largo de la línea de máxima pendiente es el eje norte-sur.

Así, los tres módulos que conforman la estancia (hall, comedor y servicios),

en vez de disponerse linealmente, lo hacen según una “L”, en la que el hall

seha situado detrás del comedor, en una posición claramente inconveniente,

pues se interpone en la relación del salón con el jardín. Por eso hall y comedor

se reparten los dos módulos en sentido horizontal. De esta manera, el hall

puede ligarse al comedor, y luego a la sala.

 

 

Para que el comedor pueda abrirse visualmente al sureste, lo resuelve

drásticamente: toda la parte inferior de la casa, junto al comedor, gira

respecto al hall. (Ésta es una primera libertad respecto a la ortogonalidad

geométrica y ha nacido de requerimientos internos, no de una acomodación

directa al lugar.).

 

 

 

Los servicios se sitúan en una misma franja, y esta sigue aproximadamente la

dirección de las curvas de nivel. Por lo que, por economía, y por la voluntad de

no modificar la topografía, será necesario que la construcción mantenga la

linealidad que imponen las curvas de nivel. Ya que todo lo que sobresalga hacia

el sur se separará del terreno y lo que se hunda hacia el norte, deberá ser

excavado en la ladera (Recordamos que la máxima pendiente está en el eje

Norte-Sur).

Existe un cambio muy decisivo: La aproximación a la casa ya no se hace desde

el sur sino desde el oeste, y, por tanto, se accede a la vivienda directamente desde

el camino que corre pegado al ala de servicios. Con ello se sigue la lógica lineal

que impone la topografía, pero definitivamente se privatiza ese vestíbulo.

 

 

 

Además, la franja principal de la construcción se deforma para seguir el giro de

las curvas de nivel: A continuación, decide ubicarse en el interior de la vivienda

y controlar desde ahí la vista del espectador, por consiguiente, achaflana las

esquinas norte y sur del bloque del comedor/salón, en el lado Norte, para

enlazarse con el porche, y en el lado Sur, para abrir vistas al mar. Dándole así

mayor rango para perforar y colocar las ventanas en las direcciones apropiadas

a las vistas. Mediante este proceso logra vistas hacia el norte, sudeste, este, sur

y oeste, creando así una panorámica de 360º casi completa.

 

 

Dato: Este afán de buscar soluciones no convencionales para sacar el máximo

provecho perceptivo de la forma le ha llevado a utilizar algunos recursos de difícil

justificación constructiva y funcional: este es el caso del modo en que se abren las

puertas de las cristaleras. Cuando lo lógico es abrir las contra la pared, Coderch

invierte el giro y las pliega contra la propia cristalera. De este modo, consigue dar

la sensación de que las paredes del estar se prolongan hacia el exterior, sin ningún

obstáculo, reforzando la continuidad interior-exterior.

 

 

 

Por último, añade los dos porches: uno en la zona ubicada al nordeste y otro al oeste, sirviendo este último como elemento de comunicación entre la vivienda principal y la casa de invitados.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Secciones

​

Coderch normalmente aislaba las habitaciones como se pudiera para evitar el ruido, lo odiaba, es por esta razón que la sitúa en las plantas superiores.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esta continuidad interior-exterior existente en la planta baja no se produce sin embargo en el ala de servicios que, fuera de la plataforma, queda semiempotrada en el terreno (ver sección A-A'), dado que éste va aumentando su cota de nivel.

 

Otro aspecto que por su complejidad merece especial atención es el tratamiento de los techos. Si los de la planta superior son inclinados porque mantienen la pendiente de la cubierta, no sucede lo mismo con los de la planta baja, que son diferentes entre sí porque obedecen a diferentes situaciones. El falso techo que se encuentra sobre el estar (ver sección B-B') y que reduce la altura hasta los 2,05 metros resulta como consecuencia de una opción puramente formal o, en todo caso, de una percepción del espacio cuya lógica se encuentra fuera de toda funcionalidad.

 

Sin embargo, en el caso de la cocina (ver sección A-A') ocurre todo lo contrario: ante la imposibilidad de llevar verticalmente hasta la cubierta la salida de humos de la cocinilla, ya que atravesaría el estudio, se opta por desplazarla hasta la pared exterior. Esta desviación necesita una pendiente que es a la que se adapta el falso techo.

​

 

 

Construcción

 

En las fotos se observa esa forma de cascada radial, y cómo era el terreno antes. Ahora existen muchísimos más árboles.

 

La influencia del lugar es definitoria en la

configuración de la casa Ugalde; su forma radial

es el resultado de la adaptación al terreno y a las

vistas. En este caso, pues, la casa Ugalde

pertenece al lugar, Caldes d'Estrac, y la costa

mediterránea condiciona su forma arquitectónica.

Coderch actúa como una especie de sacerdote

o chamán que desvela una supuesta identidad

sagrada del lugar, desarrollando un vigoroso

orden radial y escalonado oculto en el terreno.

Inconscientemente, Coderch realizó una

obra que anunciaba los nuevos principios

ecologistas de la relación de la arquitectura

con su medio ambiente: un sentido común

sostenible para adaptarse al clima,

la topografía, las vistas y los materiales

del lugar.

 

 

 

 

Recorrido por la casa

 

De entre todos los aspectos dignos de destacar en esta obra, conviene resaltar el muro de contención de piedra encalada blanco. Este muro es el elemento generador de una casa que se abre totalmente al exterior, tanto física como sobre todo visualmente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esta relación interior – exterior también se refuerza gracias a la continuidad del pavimento, que se extiende por toda la plataforma incluso por la habitación de invitados, integrándola completamente. Este pavimento dispuesto en espina de pez, está claramente delimitado en todo su perímetro por un cambio en el despiece, y se separa del muro blanco con una estrecha franja de terreno que se utiliza como jardinera.

 

Aunque, el elemento esencial del espacio interior es la escalera que conduce a la habitación del matrimonio, otra habitación orientada al horizonte.

El objetivo era tratar de atravesar el magnífico espacio poligonal y estrellado de la sala de estar sin interrumpir su grandeza. Por eso, Coderch diseñó una escalera que arranca de forma maciza y sólida, hecha de piedra como las exteriores, ya que es una prolongación en el interior de ese muro blanco que veíamos al principio, y que de repente se convierte en una especie de nube suspendida de un ligero forjado de madera, soportado por unas finas barandillas de hierro.

Debajo de este paso superior de la escalera se sitúa la mesa del comedor.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una visita a la casa Ugalde significa, en primera instancia, atender a los propios sentidos. Lo importante es la experiencia del espacio y, aún más, de la naturaleza circundante. No se trata de una arquitectura para ser observada desde fuera, sino que más bien es entendida cuando vemos a través de ella. A lo largo de los recorridos, a medida que se pasa de un espacio a otro, el paisaje está reiteradamente enmarcado.

 

 

Otro ejemplo de este gusto por el detalle que nos ha demostrado Coderch a lo largo de la obra lo encontramos en el porche que une la habitación de invitados a la casa:

Es un forjado, aunque no se nos muestra como tal, ya que Coderch pensó en una reducción del espesor. Es decir, que mientras el plano superior es horizontal, el inferior está ligeramente inclinado. De este modo, la sensación que tenemos en la percepción de este elemento es de ligereza, enfatizada todavía más porque este canto queda difuminado por la colocación de una serie de tejas.

La luz de este porche queda dividida en dos tramos desiguales por la existencia de un pilar muy esbelto, que nunca fue dibujado por Coderch.

Él nunca trabajaba con la estructura. Primero dibujaba la planta y a partir de ahí encargaba al estructurista que pusiera los pilares: la casa no se configura por la estructura, sino por cómo la gente iba a habitar esos espacios.

 

Este pilar tiene gran importancia, sobre todo en el hecho perceptivo: el

acceso se produce paralelo a un muro que recorre el terreno en toda su

longitud, y ya situados en el porche, estas vistas, que fueron el origen

de esta casa, quedan enmarcadas por dos planos horizontales

(la plataforma y el porche) y por la esquina exterior del estar y el pilar.

 

 

 

 

Cámara fotográfica

 

Podemos comprobar inmediatamente que la casa actúa como una gran cámara fotográfica que va enfocando cada una de las vistas. Se convierte en una cámara transitable, recortando y seleccionando diferentes puntos de vista hacia el paisaje.

 

Coderch era un aficionado a la fotografía, y esta le sirvió como fuente de inspiración, posicionando los huecos como un mecanismo de captación y enmarcando siempre las vistas a través de los huecos.

 

Coderch consigue construir una arquitectura a través de la mirada, que te revela una historia a medida que vas mirándola. Crea una casa infinita, sin límites hacía el mar, e inundada de paisaje.

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